17 de diciembre de 2012

La luna duerme

La luna duerme
arropada por nubes cálidas,
pienso en lo infinito que soy
con cada beso, cada mirada tuya.


Con el llanto húmedo de mi voz
te digo: la luna duerme,
y tu arropada con cada centímetro de mi piel,
con cada sueño, con mi sudor que es tuyo.

14 de diciembre de 2012

Cuando el amor se vaya

Cuando el amor se haya ido
llévame lejos, ciegame, no permitas que vuelva,
que la engañe o me engañe,
que me muera o ella muera.

No dejes, ni por olvido,
que la costumbre se haga trinchera
del miedo escénico abismal
de la soledad. De no tener pareja.


Vuélveme egoísta, permite que me vaya
si toca no sentir nada,
que el que ya no ama
le cambia el amor al que siente todo,
y no hay peor agonía que vivir con quien no ama.

Mientras, deja la tierra bajo mis pies
para continuar el castillo que llamamos casa,
y sudar cada poro enamorado
mientras sentimientos hayan.

Ay! cuando el amor se vaya...

13 de diciembre de 2012

Mi pecho en tus manos

En tus manos mi pecho,
en tu pecho mi alma.

Si he de nacer con motivos,
los que sean,
he de nacer con cada luna que te ve crecer.

He de quererte virgen y pura,
pienso adorarte golfa y oscura.
Vine a amarte de cualquier manera
vine a quererte sea como seas.

Mira al amor, yo mirare los restos.
No dejare de andar los dolores que anduviste,
así entenderé tus penas y amaré como tu dices.

7 de diciembre de 2012

Mi pecho desnudo

Hoy, tu cuerpo es la mejor armadura
de este mi pecho desnudo.

Descubro la noche, los momentos,
los días de cielo pleno donde los sueños vuelan.

El mar de los sentimientos se pica y se alborota,
lloro y rio y amo, y me hago de pasiones.

Hoy, tu cuerpo es la mejor armadura
de este mi pecho desnudo.

Desarmo las flores miseras
que tras tu partida no ríen mas.

Se antojan el cielo y su puta luna
de brillar perfectas la noche que no estas.

Hoy, tu cuerpo es la mejor armadura
de este mi pecho desnudo.

La sábana se enfría, dejó de calentar,
ni la muerte, tan fría, me viene a visitar.

Las velas no se consumen por miedo a no arder mas,
se caen las paredes, esta casa no es hogar.

Le hablo al viento que no tiene lugar,
que esperanza considerar que mi beso a tu boca pueda llegar.

Me ciego de todo pensamiento agobiante.
Aunque tape los ojos al corazón aún puede oler tu cuerpo palpitante.

Hoy, tu cuerpo es la mejor armadura
de este mi pecho desnudo.

Miro tu sombra pasar por mi casa,
abro la puerta y encuentro sus huellas

Ya no importa saber que me pasa,
hace tiempo me resigné con la espera.

5 de diciembre de 2012

De pronto te quiero

De pronto te quiero
como te quieren mis besos,
de pronto te amo
como te ama mi cuerpo.

De tenerte quisiera
pasearte en mi pecho,
contemplarte de noche
enredado en tu pelo.


A mis ojos los llenas
de alegría y pasión,
son tus ojos la cuerda,
el motor de mi corazón.

Con mis manos tocarte
hasta perder la razón,
en tus manos dormirme,
despertar con tu amor.

24 de noviembre de 2012

Quisiera

Quisiera escribir
lo que en tu corazón reside,
así dejar de divagar
y sentir lo que tu vives.

Me gustaría saber
lo que tus ojos escriben,
y así darles motivos
para que escriban felices.

De mil maneras trato,
                                                      quiero solo una en la que estés a mi lado.

¿Y si lo dijera?

¿Y si dijera todo lo que siento y no se?
aquello que causas cuando te dejas ver.
Cuando haces de mi estomago
un mariposario de sentimientos en cautiverio.

¿Y si lo dijera? ¿Que?
¿Girarías tu norte hacia mi?

En la espera

El tiempo como único cómplice
hace cada día mas corto nuestro encuentro.
Nos hace ávidos y feroces en la espera
de tenernos, como hoy, como ayer, como antes.

Ay! que triste los que dejan de latir,
aquellos que dejan ir la paciencia del corazón, porque dejaron perder el motivo                                                           de su razón.
                                                      Ay! que triste los que dejan de latir.

Me apeno de ellos por no esperar,
me lamento por ellos y su egoísmo.

Taimado espero con paciencia el momento de mi amor por ti,
callado brindo con tu ausencia por la presencia que tendrás en mi.

20 de noviembre de 2012

Con el fervor de mi voz




Con el fervor de mi voz,
recito los versos lúgubres de esta noche callada.
Los soplo al viento, el los llevara a tu cuna.
Se los digo llorando, hasta con amor.

En mi quietud solemne, encuentro el llanto de la paz que dejaste.

A mis ojos, devuelve la vida que empacaste cuando te fuiste.

Vuelve mi pluma con tinta, pues las palabras, ahora,
se visten sin ropa.

Hoy puedo escribir 30 poemas, todos sin alma tras tu partida.

Puedo diluir con besos tu secuela, y no son besos sin tu saliva.

La lluvia cae copiosa, no moja, se quedó sin agua.

Con el fervor de mi voz,
recito los versos lúgubres de esta noche callada.
Los lanzo al viento. No te dirán que te extraño,
pero si que te pienso.

18 de noviembre de 2012

De mi conversación visual y mental con Mayakovski

El escritor puede atacar la lírica
con todo un arsenal, buscando el verbo, preciso, desnudo.
Pero la poesía, es algo muy complicado,
Existe y ya, no hay vuelta que darle.

No se lee como una novela de policías y prostitutas.
Hay que deletrear cada palabra, desnudando cada verso,
hasta encontrar la pasión oculta debajo de la tinta.

La rima es un cheque en blanco.
Hay que llenarlo a toda costa, y buscas el detalle en sufijos
y prefijos en el cofre vacío de las declinaciones y conjugaciones.

Tomas una palabra, tratas de meterla en una estrofa, 
pero no entra.
Aprietas y se rompe.
Al poeta le llegan las palabras de a centavos.

Como si tuviese que mendigar por horas
cada letra que la forma.

La rima es un barril, un barril con dinamita
y la estrofa es la mecha.
La estrofa encendida, explota...
y vuela por el aire y la ciudad.

Las rimas de la estrofa andan por allí,
en cualquier parte, en cualquier lugar.
en una hoja, en una silueta caminante.

¿Donde se encuentran, y a que precio, rimas que estallen y que de golpe maten?

Tal vez sean cinco, las rimas increíbles,
y tal vez andan perdidas mas allá de Venezuela.

La poesía, toda, es un viaje a lo desconocido.
Un año de labor para sacar un gramo.
Una sola palabra de radio, entre mil toneladas
de palabra de materia prima.

Pero, como ceniza caliente, son estas palabras ardientes,
comparado a la humeante palabra bruta.
Estas palabras, ponen en movimiento millares de años,
y millones de corazones.
Por supuesto, los poetas son de diferente calidad.

Todos esos versos, y odas, aplaudidas y discutidas
entraran en la historia, como gastos suplementarios,
de dos o tres versos buenos escritos por nosotros.

El poeta, es siempre un deudor del universo,
y paga con sufrimientos las multas y los impuestos.

La palabra del poeta es su resurrección e inmortalidad.
Al cabo de cien años, entres pliegos de papeles,
tomaran una estrofa y rememorarán su tiempo.
Y ese día, el poeta se alzara con resplandor de milagro,
y el hedor de la tinta envolverá a alguien con sus vahos.

Hoy la rima del poeta,
es caricia, consigna, látigo y escopeta.

¡Y si usted cree, que todo consiste
en saber utilizar palabras ajenas, entonces
aquí esta mi lapicera fuente y puede escribir solo!

Nota: La mayoría de estas citas y párrafos vienen del poema
"Conversación sobre la poesía con el fiscal de impuestos"
de Vladimir Mayakosvki.

16 de noviembre de 2012

Corazón valiente

Te posaste frente a el y no supo como amar.

La anatomía le fallo,
lo volviste solo corazón.
Se quedó sin alas, sin barcas, sin techo,
se quedó contigo, caminando alamedas.


Le bastaba tu sonrisa mientras dormía,
o tu rostro de memoria mientras no veía.

Era un corazón desenfrenado,
no entendía de razones o de palabras.
Fue hecho de luz, esa luz que le inspirabas.

Su aliento desvestía con placer
lo mas profundo de tu oído,
con versos que no podrá recordar
y que solo tu escuchabas.

El techo se hizo de estrellas,
mientras escribía los versos que imaginaba.
La lamparosa luna iluminaba cada musa de su mente
y describía al sol, enamorado de la noche y de su gente.

Se volvió gitano y taciturno el corazón valiente,
se dejó de ambages, de que tenia mente.
Emocionado por tenerte,
no dejo de latir nunca, latió eternamente.

14 de noviembre de 2012

A tu Recuerdo

Hoy le escribo a tu recuerdo,
a tu risa de día, a tu cuerpo de noche.

A mi barca, navegando por tus labios
besos voraginosos llenos de pasión.

A los días grises de tu ausencia.
Hoy le escribo a tu recuerdo.

Las sombras eran uno mientras eramos dos,
fuimos dos siendo uno, fuimos uno viendo al sol.

Las calles se sonrojan,
se apenan al vernos caminar solos,
se conmueven los arboles
susurrando nuestra historia al viento.

Hoy, nubes nos lloran recuerdos de tardes rojas,
de cielos azules, de estrellas faroles.
De noche los pájaros hablan,
puedo escucharlos a lo lejos, dicen tu nombre.

La melancolía se emborracha de felicidad.
Hoy le escribo a tu recuerdo.

10 de noviembre de 2012

Enfermo de pasión.



Se le apago el mundo y siguió viendo su luz,
le iluminaba los ojos y su camino al andar,
le mostraba su alma, su eterna juventud.

Se encontró enfermo removiendo vendajes,
le cubrían la piel, los huesos, el cuerpo,
se encontró enfermo de ser amante.


Desató el vendaje, vio su corazón,
lo vio latir como el sol que amanece,
lo vio llorar como hojas que caen del árbol,
lo vio ahogarse en el profundo océano de su amor.

El céfiro le acompañaba de tanto ludir sus canas,
su bermejo corazón latía de emoción,
se miró enfermo de pasión por la mujer que amaba.

8 de noviembre de 2012

Suspiro

Caminaba moribundo por aquel bosque,
de un solo árbol, de una sola nube,
con el véspero desarrollando su crepúsculo
y el agobio exudado en todo su cuerpo.

El viento le habló estentóreamente,
le traía palabras infaustas que no le ayudaban.
Su cuerpo beligerante debatía sin ambages
entre el vulgo de los cuerpos sepulcrales y un bombeante corazón.

En su paroxismo voraginoso halló el talante
del halo de su amada,
y sin exaltos arrastro su cuerpo terroso hasta ella,
- ¡ te amo, te amo ! - suspiró.

7 de noviembre de 2012

Marinera Almudena

Marinera Almudena de aguas desgastadas,
de rojos mares como pasiones fieras,
de inmaculados deseos, de prosas nuevas.
Marinera Almudena..!

Marinera Almudena de turbia cabellera,
de suaves manos como pétalos,
de amplio tronco con largas ramas,
oh! marinera Almudena.


De aquí te miro, en la ladera, en el muelle desde el mirador.
Te espero en traje de corolas,
con el estío de admirador.

Marinera Almudena de trigo y miel,
de leche y pan, de este mi profuso amor,
de lauca maldad, de mi corazón coronada.
Querida marinera Almudena.

2 de noviembre de 2012

En mi silencio

En mi silencio con tocarte tengo,
con mirarte y decir mis versos con besos.
En mi mirar tú, paisaje eres,
tu silueta hace de tronco de todo lo que florece.

En tu boca con mi aliento vienes,
no separes nuestros labios, tu mi beso tienes.
Son tus ojos el espejo de mi alma,
de lo que siento, de lo que haces cuando                                                          amas.

En mi vida, con tu vida tuve,
no me importa la muerte si estuviste como yo estuve.
En mi lecho, de tu olor entiendo,
fue mejor tenerte que salir huyendo.

30 de octubre de 2012

El Viejo

El viejo se sienta en su banca,
esa de todos los días, la polvorienta,
vetusta como las arrugas de su piel.

Las palomas merodean ávidas su llegada,
aquella que les dice adiós a la hambruna.
¡Viejo que viejo eres! ¿tan joven fuiste?

De niño juegas en el parque como niño,
de viejo juegas con los ojos lo que juegan tus hijos.

El viento te somete al calor de las mantas,
mientras las palomas desnudas merodean la banca,
merodean temprano, merodean de tarde,
merodean el hambre que les calma tus canas.

Los niños juegan a los viejos siendo niños,
el viejo juega con los ojos viendo viejos.
¡Viejo que viejo eres! ¿tan joven fuiste?

Aurora

A veces me gustaría escribir solo lo que pienso,
pero mi pluma escribe solo que siento.

La oscuridad y las sombras deforman tu silueta,
al final, se que eres tu.

En ese momento fuiste luz y luna,
paz y alegría.
Como cuando las olas rompen
el mar en su monotonía.

En el calor de tu cuerpo encontré
cobijo inmenso para el frió déspota
de la soledad.

24 de octubre de 2012

Besos de tinta

No paro de escribir tus besos
envueltos en tinta,
o tus caricias disfrazadas en papel.

No puedo sino toparme
con el halo de tu ser, iluminando todo
rumbo que esta alma tome.

Mi rostro exulta
lo que mi corazón se guarda por ti,
lo que no puedes oír cuando no hablo
y la afasia me sustituye.

Ya se oculta el sol y debo partir,
mañana te hablare de nuevo,
con tu epitafio de compañero.

Eres tu

No es tu sabor,
son tus manos rodeando mi rostro mientras me besas.
No es como te toco,
es como tu me enseñaste a tocarte.

No es el sexo cada día,
es tu olor mi habitación todas las mañanas.
No es cuando hablas,
es la eufonía del aliento al salir de tu boca.

No es por el sol que arde,
es por tu sombra reflejo compañera al andar por el.
No es porque lloras,
es que inundas mi corazón porque lloramos juntos.

Me llene de versos, me llene de rimas,
me llene de todo aquello que me da tu risa.
Me faltaran hojas, me faltaron días,
no me faltes tu ni en esta ni en otra vida.

19 de octubre de 2012

Amor, ¿que te has hecho?

Amor, ¿que te has hecho?
desesperado cabalgas las mas turbias montañas,
antes que no montabas ahora te andas,
no cruces tantas fronteras, no vayas.

De mi te has quejado, como se queja el río
ante tanta piedra que detiene su pasión
turbia y desbocada. Así no mas te veo,
en cartas que nos recuerdan juntos.


Con excepción de ningún verso,
no hay mejor poema que tu cuerpo desnudo.
No salgas tan lejos luna de primavera,
apenas son las 4:50 y aun no te veo.

Me he visto ebrio en lugares donde
no llegan el sol ni la luna, ni las
flores o el llanto, o el orgullo y la lluvia.
Me he visto ebrio en lugares donde
no llegan el sol ni la luna.

Aquí me encuentro con el sol,
queriendo que nuestro amor y cariño
sean cada día mas hermosos.
El no entiende de distancias ni de
olvido, porque donde el brille

no hay sombra que oculte nuestro amor,
porque donde tu brilles yo brillo.
Te deshojas con la luna y floreces
con el sol, colorida, gris; vetusta, joven.

¿Cuantas otras lunas antes que vuelvas?
¿Cuantos otros soles antes que florezcas en mi jardín?

Te he de soñar desnuda, deshojada,
como fruta antes de ser devorada.
Oh!, Ya termina el otoño y los
crisantemos vuelven, yo echo

marcha atrás al reloj para no
alejarte tanto. Súbito impacto,
moribundo aliento entre sombras giratorias.


Me he visto ebrio en lugares donde
no llegan el sol ni la luna, ni las
flores o el llanto, o el orgullo y la lluvia.
Me he visto ebrio en lugares donde
no llegan el sol ni la luna.

Aquí me encuentro con la luna,
con la barba hecha blanca, con la
pluma hecha duna, esperando por
comparsas y revueltas, aguardando
llantos por tu vuelta.

10 de octubre de 2012

Cien Palabras

Me inspiré en ti para escribir cien palabras,
ninguna concuerda, pero me inspiré en ti.

En tu abdomen de trigo y miel y tus senos taciturnos,
en el colorido soberbio de tu sombra
entre mis manos y mis muslos.

En el vino, las cartas y los mustangs.
También en el cabello, las uñas y tu blusa.
En los modales, mis ganas, mis musas,
las corolas, el mendrugo, la ropa interior que aun  usas.

Quedó lejos de como había empezado,

lejos como tu cuando no estas y cuando no me has besado.

Me inspiré en ti para escribir cien palabras,
ninguna concuerda, pero me inspiré en ti.

Lirio entre rosas

¿Que vi mi rosa de lirios, mi lirio entre rosas?
¿Que puedo contar que no me hayas contado?
¿Que espero usar que no hayas usado?
si de cualquier manera te vistes del vino mas añejo.

Me quedo con el sabor de tu mirada al verme.
Vivo con la amargura de no quererte,
de no quererte menos de lo que quieres cuando duermes.

No te oigo y me entretengo con tus labios al hablar.
                   Camino mis manos por tu abdomen desnudo

                                     hasta llegar al turgente de tus pechos taciturnos.

Blanca Mujer

Oh! mi blanca mujer,
Sol hecho carne en esta mañana algazara y taciturna.
Verdeaste tu mirar sincero y tempestuoso
Ante un moribundo cielo somero.

Oh! mi blanca mujer,
de manos rubias, de cara rubia, de pechos rubios.
Afanoso encuentro, ávidas miradas,
Volveremos como el corcho al vino.

5 de octubre de 2012

Epílogo de tres Sonetos: I

Y que de mil horas! si no son contigo
como he de verte después de la ausencia taciturna?
nos sobro la distancia, llenó de letargo el sentimiento.
Y que de mil horas! si no son contigo.

El zarco de este mar se marchita con las olas.
Se recogieron las estrellas, la luna quedó sola,
luna que nos quiso y que ávida nos espera.
Y que de mil horas! si no son contigo.

Recuerdo caminar de tu mano sin presencia del hastío,
de momento el mendrugo se posa sobre la mesa tremulante.
Tus recuerdos se me marchan, dejan una memoria vacante.

Soledad pasajera, te quedaste, no te has ido,
te enamoraste tanto de mi que no te marchaste,
no has hecho maletas, no veo equipaje.

Epílogo de tres Sonetos: II

Eterna compañera, la de mil palabras,
hoy en soledad te escribo para no olvidarnos.
Te he dejado mis mas irascibles letras,
el mas algazaro de mis sentimientos.

Impreso llevo tu olor en mi pensamiento
que se ha transformado en la zubia de tus recuerdos.
De mi amor entero te has adueñado
cual dictadura que lleva de la mano la libertad.

Te he mirado distante, te he mirado bastante,
el vaho de esta triste costa nocturna te extraña
como extrañan mis manos tu cintura.

Voy a escribirte pronto, voy a escribir de nuevo.
Que tus ojos sientan como asalto tus labios
en una despedida de profusa pasión.

Epílogo de tres Sonetos: III

De nuevo sentados en nuestra polvorienta banca
mucho pasó, mucho nos queda.
Agitadas nuestras penas se entristecen
al saber que no seguirán latiendo.

Aquí estamos, juntos, frente nuestra costa triste.
Las flores se visten con corolas de alegría,
nuestras nubes lloran rocío de felicidad.
La luna sonríe esperando por el véspero y su partida.

Océano profundo, océano de cielo
has vuelto trepidante y turbulento
cual noctambulo disfrutando cada estrella compartida.

Vibrante, excitante, añejo tiempo,
danos horas, momentos, crepúsculos y ocasos.
Vuelve las estrellas con la luna; hoy somos dos.

1 de octubre de 2012

A ti...

Cual quijote he de luchar por ti
hasta que mis huesos desarmen.
Cual gitano he de vivir hasta encontrarte.

Cuantas veces he de mirarte
para que sepas que mis ojos miran por ti.
Cuantas veces he de tocarte
para que mis manos suden por ti.



He presenciado tristezas y llantos
ahogados en tus pupilas.
He consolado quebrantos
de batallas no correspondidas.

1,2,3, cuatro veces
he de pararme frente a la muerte,
si de mi tu vida pendiera.
1,2,3, cuatro veces
he de levantarte si alguna vez te cayeras.

Con mi cuerpo cuidarte el pelo,
con mi alma tu madriguera.
Que nunca te falte nada,
hasta que mis ojos lloren el día que tu te mueras.

27 de septiembre de 2012

Oda de Cuatro Versos

No puede existir sentimiento mas grande que el que hoy siento,
no de este modo, no en  este silencio.
Eufonía de mi pensamiento y de mi prosa,
sustrato de todos mis tormentos.

En soledad siente el que ha estado solo,
no importa si en sueños llora acompañado.
Entre rejas contemplo cielo y nubes
así como el basto cristalino de tus ojos azules.

No puedo sino herirte pidiendo una espera,
prefiero me dejes y vivas mi blanca azucena.
Pronto acaba el otoño y te habrás ido me temo,
y habrás reído y llorado entre hermosos crisantemos.

Aquí me encuentro, en la peor de las latomías
esperando por laudos que apaguen la vida mía.
Allá te veo, llorando en la lejanía
leyendo mi amor sucinto, escrito en la letra mía.

26 de septiembre de 2012

La Renuncia


He renunciado a ti. No era posible 
Fueron vapores de la fantasía; 
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible 
una proximidad de lejanía.
 
Yo me quedé mirando cómo el río se iba 
poniendo encinta de la estrella... 
hundí mis manos locas hacia ella 
y supe que la estrella estaba arriba...
 
He renunciado a ti, serenamente, 
como renuncia a Dios el delincuente; 
he renunciado a ti como el mendigo 
que no se deja ver del viejo amigo;
Como el que ve partir grandes navíos
como rumbo hacia imposibles y ansiados continentes;
como el perro que apaga sus amorosos brios
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;
Como el marino que renuncia al puerto
y el buque errante que renuncia al faro
y como el ciego junto al libro abierto
y el niño pobre ante el juguete caro.
He renunciado a ti, como renuncia el loco a la palabra que su boca pronuncia;
como esos granujillas otoñales,
con los ojos estáticos y las manos vacías,
que empañan su renuncia, soplando los cristales en los escaparates de las confiterías...

He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos
y al final, !cuantas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos!

Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño..

Poema de Andrés Eloy Blanco (1897- 1955).