Te posaste frente a el y no supo como amar.
La anatomía le fallo,
lo volviste solo corazón.
Se quedó sin alas, sin barcas, sin techo,
se quedó contigo, caminando alamedas.
Le bastaba tu sonrisa mientras dormía,
o tu rostro de memoria mientras no veía.
Era un corazón desenfrenado,
no entendía de razones o de palabras.
Fue hecho de luz, esa luz que le inspirabas.
Su aliento desvestía con placer
lo mas profundo de tu oído,
con versos que no podrá recordar
y que solo tu escuchabas.
El techo se hizo de estrellas,
mientras escribía los versos que imaginaba.
La lamparosa luna iluminaba cada musa de su mente
y describía al sol, enamorado de la noche y de su gente.
Se volvió gitano y taciturno el corazón valiente,
se dejó de ambages, de que tenia mente.
Emocionado por tenerte,
no dejo de latir nunca, latió eternamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario