Mis versos perdidos

Ven y sé de mi lo que soy en tu mente
cuando me ves sin decir nada.
Olvida cualquier cosa que diga la gente
y tómame sin reservas, en bocanadas.

Déjame llenar el vacío que hay en tu cuerpo
y callar el eco extendido de tu tormento.
Vuelve a ser lo que eras antes con todo tu aliento,
cuando amar era el mayor de tus sufrimientos.

Agárrate fuerte de mi espalda
para no tenerte lejos.
Agárrate fuerte y pon el ancla,
no tienes que salir corriendo.

Melancolía

Siento mucho escribirte,
escribirte en melancolía.
No puedo hacerlo de otra forma,
no de otra forma tras tu partida.

No quisiera hacerlo así en este momento,
con esta tristeza, bajo este contexto:

Melancolía del viento
que no empuja tu aroma.
Melancolizados los sueños
ahora bailan una danza rota.

Melancolía en mis ojos
por no ver tu rostro bermejo.
Vejado mi corazón completo
bombea torrentes de tu recuerdo.

Espejo

He visto los errores que comete un hombre
lo he visto llorar, lo he visto retractarse,
lo he visto llegar tarde.

He visto a un hombre que se aleja para empezar de nuevo,
he vuelto a verle cometer errores como un ciego.
De nuevo llorar. Tarde de nuevo.

Lo observe sentado en la banca con el corazón sincero.
Después de tantos errores es duro verse frente al espejo.

Partida

Ahora que me voy me piden cariño,
ahora se acostumbran sin mi.
Hoy que no estoy,
¿que extrañas si ya me he ido?
¿por qué no extrañaste cuando estaba aquí?

El sonido del silencio

Es el sonido del silencio
el que hace que pájaros partan
y otros acechen.

Es el sonido del río
corriendo tintado de rojo
esperando limpiarse en su desembocadura.

Es el sonido del fusil
cuando el blanco se convierte en presa
mientras deja de existir.

Ese sonido del silencio
que hace que una madre
cuestione cualquier forma de vivir.

Ese sonido trepidante y lúgubre,
nefasto y traicionero
del corazón cuando deja de latir.

Otro corazón

Y es que cuando al corazón 
le llueve de golpe y en desbandada,
de forma inexorable
se vuelve el corazón de otra persona.

Deja de ser tuyo,
y solo presta atención
a ese otro que ha tocado a la puerta.


No te permite momentos de angustia,
pues se ha vestido con la mejor felicidad,
esa que te rompe hasta las trancas
toda la armadura que traías puesta.

Te hace cerrar los ojos
y verte desnudo sin mas nada que ocultar.
¡Has confiado de nuevo!

Y es que te explota por dentro
de tal manera que te hace pensar que no es tu corazón.
Que es uno que no conocías,
uno que te hace sentir cosquillas y creer de nuevo en el amor.

De pronto te vuelve humano de nuevo.
¡Porque sientes!
Le pone los colores al sol.

Carta #1

Lo bello de conocerte
no es pensar ¿hace cuanto somos?
o ¿cuanto nos faltará?
porque al final no es el tiempo juntos
sino hacer que cada uno de los minutos cuente.
Que después de todos estos años
mas que mi pareja eres mi amiga.

Me faltaran años para agradecerte
el hombre que soy gracias a ti.
Faltaran calendarios para pagarte
lo padre que soy desde que madre te volví.

Me gusta cuando ríes
y enmudeces mi mundo
o cuando irrumpes en la habitación
y no queda otra persona mas que tú.

Haces que me levante y camine cada día
solo porque existes tú.
Tú, mi final feliz tú.

Noche de sombras

Noche congestionada de sombras
dejadme un momento calmo,
un segundo eufórico donde reposes.
Así podré dormir.

Así podré entregarme a ella
en un mundo de horas que se vuelven minutos,
sintiendo cada feliz latido
que entregan los sueños a su lado.



Se abre el mar y la pienso,
se cierra y me inundo de ella:
de su olor y su sonrisa,
de su pelo y su sabor.

Noche egoísta y mezquina,
dejadme la noche quieta,
dejadme la noche en paz.
Dame tus horas para ella, para nadie mas.