¡La he visto, te juro que la he visto!
por todo lo sagrado, lo puro y lo limpio
que la he visto en cada rostro que mis ojos han bordeado,
en todas las esquinas de esta ciudad hecha pedazos.
Pobre quimera, tan honda, tan dulce, tan cruel;
¡arrójenle piedras con trémulas manos llenas de absurdidades
a ver si desaparece por la hendida de alguna estela entre la planicie!
por todo lo sagrado, lo puro y lo limpio
que la he visto en cada rostro que mis ojos han bordeado,
en todas las esquinas de esta ciudad hecha pedazos.
Pobre quimera, tan honda, tan dulce, tan cruel;
¡arrójenle piedras con trémulas manos llenas de absurdidades
a ver si desaparece por la hendida de alguna estela entre la planicie!
Fue una de esas tantas noches de álgidos
soles
donde un nexo abruma corazón y garganta
cuando conocí al amor como un fantasma.
Empobrecido, vestido de hilachas,
me decanté por bajar hacia la plazoleta
bañada de sombras desde las alturas espectrales.
donde un nexo abruma corazón y garganta
cuando conocí al amor como un fantasma.
Empobrecido, vestido de hilachas,
me decanté por bajar hacia la plazoleta
bañada de sombras desde las alturas espectrales.
Ya los espectadores que convierten la plaza en circo
se habían acostumbrado al hilo de mis incoherencias,
a mis delirios más febriles,
a la sordidez de mis actos
y a la quijotesca búsqueda mía de ver el amor desvelado.
Pues, ¿en qué me diferencio de ustedes locos,
enamorados del amor desbordado,
adeptos del estremecimiento
que sublime golpea sus estómagos
cuando un beso elevaros
al son de las flechas de Cupido lunáticos danzando?
se habían acostumbrado al hilo de mis incoherencias,
a mis delirios más febriles,
a la sordidez de mis actos
y a la quijotesca búsqueda mía de ver el amor desvelado.
Pues, ¿en qué me diferencio de ustedes locos,
enamorados del amor desbordado,
adeptos del estremecimiento
que sublime golpea sus estómagos
cuando un beso elevaros
al son de las flechas de Cupido lunáticos danzando?
Érase una vez un Señor y su Dama...
... ¡y de repente todo era cristales rotos y llamas!
¡Sangre, drama, tragedia y más sangre!!
Fragmentos agudos de histeria...
Había perdido yo a la estrella de la mañana.
... ¡y de repente todo era cristales rotos y llamas!
¡Sangre, drama, tragedia y más sangre!!
Fragmentos agudos de histeria...
Había perdido yo a la estrella de la mañana.
Y desde entonces han visto vagando mi fantasmagórica figura
[al lado de mi amada]
en todas las esquinas de la ciudad hecha pedazos,
y con honesto desinterés mientras señalan dicen:
"ahí va otro tonto enamorado del amor;
pobre quimera, tan honda, tan dulce, tan cruel".
[al lado de mi amada]
en todas las esquinas de la ciudad hecha pedazos,
y con honesto desinterés mientras señalan dicen:
"ahí va otro tonto enamorado del amor;
pobre quimera, tan honda, tan dulce, tan cruel".
Autor: Alejandro Arevalo.
Twitter: @ArarJR.
Fuente:https://www.dropbox.com/s/s6wu67qjcd4x54b/Obra%20Poemaria-ARAR2012.doc
No hay comentarios:
Publicar un comentario